miércoles, 9 de junio de 2010

CHARLES DICKENS, COPPERFIELD Y LA MAGIA DE SU PLUMA.

Se cumplen hoy 200 años del nacimiento de Charles Dickens, famoso novelista inglés que a lo largo de su vida expresaría de modo narrativo, cada una de las vivencias de la sociedad victoriana, y del mismo modo se describiría así mismo como un bebedor moderado, ya que entre muchas de sus obras va a expresar y detallar los excesos del consumo de alcohol en la burguesía inglesa.
El autor de “David Copperfield”, durante la época victoriana tuvo una posición crítica al conservadurismo en muchos aspectos, ya que no solo fue muy crítico con relación a los aumentos de la pobreza y la mayor estratificación social, sino que también era crítico contra un movimiento que se llamaba “movimiento de abstinencia” que pugnaba contra el consumo de alcohol y la venta en lugares públicos como las victorianas tabernas londinenses y que tan magníficamente describe Dickens en sus famosas obras, entre las que se destacaban a la ya citada anteriormente, “Nicholas Nickleby”, “Oliver Twist”, “A Christmas Carol”, “Tiempos Difíciles”, “La Pequeña Dorrit”, entre otras tantas.
Si bien en muchos de los textos Dickens habla del desastre ocasionado por el mal consumo de alcohol, sin embargo señalará en otras tantas citas, actitudes contradictorias, ya que siempre va a hacer profundo hincapié en la moderación. En un sentido, porque ironizaba también cada una de las acciones del “movimiento de abstinencia”, del cual un amigo suyo formaba parte y que señalaba con dedo acusador… “ una cuarta parte del salario de un ciudadano de los barrios pobres va sobre la barra de las tabernas y lugares de ginebra…”.
Hay que destacar que muchas frases de Charles Dickens aparecen en sus textos en una referencia a sus gustos, como por ejemplo "traiga en el relámpago embotellado, un vaso limpio, y un sacacorchos”, o “no acabo de recordar cómo muchos vasos de ponche de whisky cada hombre bebió después de la cena”, sin olvidar su pasión por la cerveza “en particular, hubo un mayordomo con un abrigo azul y botones de brillantes, que dio un buen sabor a la cerveza, la derramó tan espléndidamente”, pero tampoco se va a olvidar del vino al que dejará plasmado en sus obras “El anfitrión había bajado a la bodega, y había llevado hasta botellas de rubí, de color paja, y bebidas de oro, que había madurado hace mucho tiempo en tierras donde no se empaña, y había permanecido dormida desde la sombra. Espumoso y hormigueo después de tanto tiempo de una siesta, empujaron a sus corchos para ayudar a los sacacorchos (como los prisioneros amotinados ayudar a la fuerza sus puertas), y salió bailando alegremente”. Bon Appetit.

viernes, 4 de junio de 2010

CORCHOS, CULTURA Y VINO: SAIMIR STRATI

Los productos relacionados con el vino no son ningún objeto de desperdicio para la cultura, ya habíamos visto pinturas sobre barricas, etiquetas con los más diversos e inusitados dibujos, pinturas y fotografías, y ahora también un artista ha llevado a cabo un gran mural con miles de tapones de corcho en los que representa a un joven con una guitarra.
El artista se llama Saimir Strati, tiene 43 años y es de origen albano, y no es la primera vez que realiza este tipo de obras, anteriormente había entrado en el libro Guinnes de los records por haber representado caballos en un cuadro con un millón de escarbadientes, también había realizado un mural de Leonardo Da Vinci con 500.000 clavos industriales, del mismo modo, ya había ingresado a este famoso libro por un mosaico con la imagen del cantante Michael Jackson con 300.000 pinceles clavados en un mural. Finalmente consiguió por tercera vez el récord con la construcción de un mosaico con más de 200.000 corchos en donde se ve a un joven con una corona tocando la guitarra.
Este mosaico se encuentra en una instalación del Hotel Sheraton de Tirania, Albania, le llevó 28 días de trabajo, con 12 horas diarias, 96 metros cuadrados de dimensión y la solicitud a los pobladores de su ciudad de 230.000 corchos para realizar esta obra que se llama “Romeo con una guitarra y la corona de uvas, el baile con el mar y el sol”, lo cierto es que Saimir Strati realizó el pedido de corchos con una simpleza sorprendente y para él muy razonable... “Tomen!! que necesitamos los corchos!”…y parece que los albanos se lo tomaron en serio…Bon Appetit.

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